Hoy tenemos la suerte de contar con una invitada especial en el Blog de Menteencalma: es Violeta Guber, psicoterapeuta cognitivo-conductual y gestáltica con especialidad en adicciones.
Violeta tiene amplísima experiencia ayudando a sus pacientes a comprender su vínculo con la comida y a establecer una relación más saludable y plena con la alimentación. Consciente de que en esta época de confinamiento la ansiedad nos lleva a visitar la nevera con más frecuencia de la deseada, Violeta ha tenido el detalle de escribir para nuestra comunidad y entregarnos una fantástica pauta para suavizar el hambre emocional que, en estos momentos de incertidumbre, nos ataca especialmente fuerte.
Te dejo con ella, espero que sus consejos te ayuden y los pongas en práctica 😉
¿La permanencia en casa te “empuja” a comer de más?
Estos tiempos de permanencia en casa son un desafío de regulación emocional. Nuestro cerebro se ve expuesto a mensajes de peligro mucho más de lo habitual. Prendemos la televisión y vemos al “enemigo”. Las noticias nos cuentan cuántas presas se ha cobrado. Nos cuentan por dónde merodea, a cuántos puede atacar… Y por si esto fuera poco, nos cuentan lo mismo una y otra vez… ¿Quién, ante tanto estímulo, no experimenta ansiedad?
Una de las formas que nuestro cerebro encuentra para huir de lo desagradable es con una conducta gratificante. No es casual entonces que, con frecuencia, se nos antoje “algo rico”, algo dulce, o con harinas para “calmar” la ansiedad. “¿Te sientes identificado?
Ante emociones “negativas” como agobio, soledad y ansiedad, muchas personas sienten hambre emocional (que también se llama ansia). Y entonces comienzan a comer para escapar de la emoción. El enganche emoción-comida es especialmente fuerte si en tu vida has hecho dietas. Sumado al estímulo que estamos viviendo hoy por hoy, tu cerebro “tiene miedo” de la hambruna, experimentas ansiedad y ésta se transforma en ansia: la “orden” de comer sin hambre.
¿Cómo se manifiesta el hambre emocional? Puede que piques todo el día, o puede ser también que te pegues atracones con grandes cantidades de comida “toda junta”, muchas veces a escondidas. En cualquiera de sus formas surge una sensación de descontrol y luego culpa y desaliento ante la vivencia de haberse hecho daño.
Simplemente porque en nuestra vida cotidiana tenemos mucha comida “rica” disponible, a todos nos pasa que ocasionalmente comemos de más. El problema surge si esta forma de comer es muy habitual y te trae consecuencias negativas, como autocastigo y angustia por no poder controlarte y por generarte sobrepeso.
Para ayudarte a no recurrir a la comida si experimentas ansia por comer, te comparto los cinco pasos que creé aplicando mindfulness y técnicas psicoterapéuticas y que son una de las herramientas de mi programa “Sana el Hambre Emocional”
Puedes recordarlos con la sigla P.A.R.A.R
- Pausa y conecta con el ansia. Observa tus emociones, tus sensaciones corporales. Muchas veces también surgen pensamientos negativos que también puedes observar.
- Acepta el ansia. Aceptar significa dejar que esta surja, sin resistirla y sin reaccionar. El miedo a sentir el ansia (y a sentir la emoción que la originó) es lo que te impulsa a comer.
- Redirige tu atención ¿Qué estabas haciendo cuando el ansia por comer interrumpió? ¿Qué es genuinamente importante en este momento? Lleva la atención a tu cuerpo… ¿es hambre corporal? Recuerda que posponer la ingesta, es siempre una elección. Date permiso a responder de la forma que ama tu cuerpo
- Alégrate de haber desactivado el ansia. Las emociones positivas fijan los nuevos hábitos. Tu cerebro relacionará el no sobre-ingerir alimentos con la alegría y el bienestar.
- Repite estos pasos hasta modificar tu hábito.
Si sufres de sobreingestas emocionales, es importante que sepas que no estás destinada a vivir siempre así. Puedes desactivarlas cuando aprendes las técnicas para reprogramar tu cerebro y regular tus estados de ánimo. Para hacerlo es esencial que practiques mucha autocompasión y cero autocastigo. El crítico interior nunca fue muy efectivo, ¿verdad?
Recuerda que no hay nada que no puedas lograr cuando mantienes la determinación de encontrar el camino.
Violeta Guber
Violeta es licenciada en psicología de la Universidad de la República; está formada en varias corrientes psicológicas que integra en su práctica: terapia cognitivo conductual y gestáltica y herramientas de coaching y neurociencias. Está especializada en psicoterapia Gestalt y en terapia sistémica en adicciones,
Si necesitas una guía personalizada para dejar atrás los pellizcos (picoteos) y atracones, puedes contactar con Violeta en hola@violetaguber.com También puedes encontrarla en su web www.violetaguber.com y en Instagram: violetaguber
Laura Valverde dice
Muy interesante, yo soy de Uruguay también y reconocí a la profesional dado que la sigo por Instagram !!!
Gracias por los aportes. Muy bienvenidos
Saludos
Laura Valverde
Olaya M. Acebal dice
Qué bueno, Laura! Me alegro de que la reconocieras y de que los aportes te hayan resultado interesantes. Te mando un abrazo desde el otro lado del Atlántico.